lunes, 16 de noviembre de 2009

El trabajo: ¡un cochino bozal de arepa!

Odiaba mi trabajo anterior, odio el nuevo…Pensaba que era el trabajo que realizaba lo que odiaba pero después de un profundo análisis caí en cuenta que lo que odio en realidad es ver como pierdo horas valiosas de vida sentada frente a un computador haciendo equis cantidad de pendejadas. Podría estar haciendo ejercicio en Los Próceres, disfrutar de una caminata por El Ávila, pasar un día relajado en la playa, compartir el desayuno con mi familia, hablar paja con mis amigos toda la noche y luego dormir tranquila sin pensar que me tengo que levantar temprano para ir al estúpido trabajo. ¡¡Pero no!! No puedo hacerlo porque la mayoría de las veces estoy muy cansada o temo cansarme mucho y que no pueda levantarme el día siguiente :’(

De verdad que esto del trabajo no lo comprendo muy bien. ¿Desde cuándo se volvió una virtud? ¿Desde cuándo soportar tanto tedio se volvió algo admirable? La mayoría de las veces la creatividad y libertad de uno se ve limitada, ya que uno tiene que seguir ciertos códigos y trabajar en base a determinados procesos. No digo que esto sea literal en TODOS los trabajos, pero sí en muchos…Entre los cuales está el mío jajajaja. Tampoco digo que sea algo totalmente cuadrado pero hay ciertas reglas que no puedes romper.

Pues sí, me parece absurdo que nuestro tiempo de ocio valga tan poco…pero desgraciadamente tenemos un bozal (llamado “pan de cada día”) debido al cual se hace muy difícil salir del asunto. ¿Será que la única forma de salir es convirtiéndote en explotador? ¿Será que el ser el explotador en realidad te libera de una vida donde vives para trabajar? ¿Será que la mejor opción es convertirte en dealer o en pimp?

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